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NOVEDADES JULIO 2020 • CÓMIC EUROPEO PÁG. 03 //
KUROSAWA
EL SAMURÁI CAÍDO
ViCTOR SANTOS
BIOGRAFÍA
Volumen único
Cartoné • 17 x 26 cm. 88 págs. Color
PVP: 18,50 € • ISBN: 978-84-679-4138-8
«Su influencia en los cineastas
de todo el mundo es tan profunda
que es casi incomparable».
— Martin Scorsese
«Akira Kurosawa es el Shakespeare
pictórico de nuestro tiempo».
— Steven Spielberg
KUROSAWA A MEDIA LUZ PREVIEW EN LAS PÁGINAS SIGUIENTES
Victor Santos (Valencia, 1977) es un rendido admirador de la cul- te, ya no temerás”, le explicó. De ahí que el mundo en sus películas
tura japonesa en todas sus manifestaciones. Ahí está su bibliografía fuera siempre un lugar bello y trágico a la vez, donde la maldad y
para demostrarlo, repleta de títulos donde ninjas, yakuzas y samu- el dolor cotidianos son el telón de fondo sobre el que se proyecta
ráis campan a sus anchas. De ese amor general por la cultura ni- lo mejor de la especie humana, encarnado en la generosidad y el
pona destaca su debilidad personal por la vida y la obra de Akira valor de sus personajes. Conforme avance la biografía de Kurosawa,
Kurosawa (1910-1998). Hoy rinde homenaje a la figura de este gran asistiremos a sus triunfos y fracasos, a la elaboración de toda su
cineasta con Kurosawa, una biografía a todo color en la que el di- filmografía, al principio y al fin de su amistad con el Toshiro Mifune.
rector de Los siete samuráis, octogenario y postrado en una silla de Y, en su hora final, al balance de una vida plena.
ruedas, entabla un diálogo íntimo con sus recuerdos para hacer un
último balance de su vida. A LA VENTA
3 DE JULIO
Santos ya había demostrado su admiración por Japón firmando
entre otras obras la adaptación en historieta de Rashomon, sobre
un texto original de Ryonosuke Akutagawa. Rashomon fue, preci-
samente, la película que abrió los ojos de occidente a las bondades
del cine japonés, en general, y a las cintas de Kurosawa, en particu-
lar. Con destreza y sensibilidad, Victor Santos repasa los momentos
cruciales de la existencia de este gran cineasta presentándolo como
una personalidad escindida entre dos polos opuestos, pero com-
plementarios: el lado sensible y el más orgulloso. Cuando tenía 13
años, Kurosawa fue testigo de la inmensa desolación que dejó a
su paso el terremoto de Kanto (que causó tantos muertos como la
bomba de Hiroshima). Su hermano lo obligó a contemplar atenta-
mente la muerte y la destrucción que lo rodeaba. “Si miras fijamen-