Norma Editorial publica los tres primeros episodios de esta serie cuya protagonista es una femme fatale de primera. ¿Que no te gustan los espías? Seguramente las espías sí.
Estamos acostumbrados a que los espías sean hombres, estamos acostumbrados incluso a que los ambientes en los que se mueven sean sórdidos, llenos de gente con malas intenciones y mal parecidos. Estamos acostumbrados a que las mujeres que aparecen sean meros secundarios, con poderes o no, pero siempre desempeñando roles alrededor de algún hombre.
Madame Mirage es un cómic que escapa a ese tópico. Eso sí, se refugia en el tópico de la Femme Fatale, en definitiva el femenino del empleo de espía. Todos nos acordamos de dos series de televisión que recreaban estos roles; uno era Nikita, el otro, mi preferido, Alias.
Pero aunque Sidney Bristow reune todas las características de la perfecta espía, políglota, luchadora ejemplar, y mejor actriz, Madame Mirage la supera con creces. Por temple, por mala leche y por Savoir Faire. Aunque el hecho diferencial no se encuentra tanto en quién es mejor haciendo qué, sino en el hecho que nadie sabe a ciencia cierta de dónde sale esta chica y que el mundo del que participa es más atractivo y despiadado.
¿Quién es esta mujer que aparece de la nada para poner a los villanos contra las cuerdas? ¿Cómo es posible que esté en todas las fiestas de la gente guapa? ¿Por qué viste tan bien y tiene tanto glamour? Y por encima de todo, ¿cuáles son las motivaciones que se esconden detrás de esta asesina de guante blanco? Si quieres conocer las respuestas a estas preguntas, no te pierdas un cómic firmado por Paul Dini, ganador de diversos premios Hervey y Eisner, y Keneth Rocafort, un artista novel con impronta y estilo propios, que ya has podido ver en Hunter Killer.
Y para acabar, un vídeo muy molón de ésos que se curran los americanos. Hay que ver... qué listos son... Junior Galante
7 de febrer de 2008