Warren Ellis y Ben Templesmith juntos, ¿hace falta decir más? Probablemente sí, así que mejor sigan leyendo.
Todo empezó como un experimento editorial. Warren Ellis (The Authority, Planetary) intuía que el precio de las grapas americanas, 2.99 $ dejaba fuera del mercado a muchos compradores potenciales. Como el mismo revela en los interesantes extras que incluye en tomo que publica Norma, es consciente de ser un autor lo suficientemente reconocido en el mundo editorial norteamericano como para hacer lo que le da la gana. Lo que le dio la gana en este caso fue inventarse un nuevo formato: 16 páginas con una historia autoconclusiva, más 6 páginas de esbozos, comentarios y correo de lectores y poner todo eso a la venta por 1.99 $, es decir un 33% más barato de lo habitual.
Pero eso exigía contar una historia entera en 16 páginas, claro, y ahí empezaban los problemas. La narrativa actual del comic-book norteamericano ha huido desde hace décadas de las viñetas pequeñas como de la peste, y ya estamos totalmente acostumbrados a las superproducciones comiqueras, con splash page ahora sí, y luego también. Dieciséis páginas, una historia, eso exigía muchas viñetas, y por tanto una composición de página concreta. Aquí llega el bagaje del autor dentro del cómic británico, la lectura y relecturas de los primeros The Spirit donde Eisner condensaba magistralmente una historia en 7 páginas y, por supuesto, el talento visual de Ben Templesmith (Singularity 7, Wormwood). Resultado: composición de página de 3 x 3, con algunas viñetas que ocupan un espacio doble o triple, habitualmente en horizontal y buscando la panorámica.
Pero dejémonos de tanto experimento formal y buenas intenciones económicas. Fell es un gran cómic. Y lo es porque combina unas excelentes historias de género negro, sencillas, simples, pero tremendamente bien explicadas, con unos personajes bien definidos que vamos conociendo número a número, y un ambiente misterioso, oscuro y malsano con la firma inimitable de Ben Templesmith, que se contiene y se supera con creces en muchos de los números de este volumen.
Y ya finalmente, una sinopsis. Richard Fell es un policía que llega "del otro lado del puente" a Snowtown, un pueblo de extrarradio, corrupto y decadente hasta los límites más enfermizos de la imaginación humana. Poco sabemos de él, sólo que algo pasó en ese "otro lado del puente" que le impide volver a trabajar allí. Richard Fell es un detective caído que debe poner su talento psicológico a las ordenes de una pequeña comisaría de policía con sólo tres detectives y medio -les voy a dejar con la duda- que van de lo extremadamente neurótico a lo puramente surrealista. Y a partir de ahí una historia por número que van desde el más fino trabajo psicológico a la brutalidad y horror más impactantes. David D. Domínguez.
30 de març de 2008