Mateo Guerrero es un autor de sobra conocido por el mercado Español. Desde sus inicios en la revista Otaku de Norma Editorial, con un marcado estilo manga, hasta su participación en la exitosa serie Crónicas de Mesene, Mateo cosechó un buen número de seguidores en España. Poco después dio el salto al mercado americano y francés, donde se consolidó como un gran dibujante, con un estilo muy personal y rico en detalles.
El pasado Salón del Cómic de Barcelona, se presentó en España su primer proyecto como autor en solitario. Turo cuenta una historia de fantasía, género en el que Mateo Guerrero nada como pez en el agua, y cuenta con las dosis justas de épica, sentido del humor e intriga.
Con la intención de charlar un poco sobre esta nueva faceta profesional, le hemos hecho una entrevista, que lo descubre como una persona amable, humilde y que sobre todo disfruta de lo que mas le gusta, los tebeos.
Empiezas tu trayectoria profesional en la revista Otaku de Norma con tan solo 19 años y con Turo publicas tu primera obra en solitario. ¿Cómo describirías tu trayectoria?
De una mejoría lenta. Empecé muy jovencito y tuve que aprender el oficio por el camino y desde entonces hemos intentado ir mejorando poco a poco y creo que lo he ido consiguiendo.
De esa trayectoria, ¿cuáles crees que han sido los momentos claves?
Creo que hay un antes y un después de Crónicas de Mesene, porque fue la serie con la que aprendí el oficio, con la que me puse unos plazos de entrega, trabajé sobre la historia de un guionista y me tuve que adecuar al guión y a la narrativa para poder contar la historia.
Este fue un momento en el que aprendí muchísimo, además en una obra que conectó muy bien con el público. Diría que fue el punto clave de mi evolución.
Si Crónicas de Mesene fue una de tus obras más aclamadas, ¿por qué dejaste de dibujarla?
Porque en España es muy difícil sacar un tebeo que te permita vivir de él y al final de la segunda etapa, tuve que plantearme trabajar para el mercado extranjero y comencé a colaborar para algunas editoriales americanas.
Abandoné la serie con mucha pena, porque eran personajes que me encantaban y todavía Roke y yo tenemos muchas historias que contar sobre esta serie.
¿La retomaréis?
Siempre he mantenido la esperanza de poder volver, aunque hoy en día lo que haría sería volver a contar la historia de Mesene, más que continuarla donde la dejé.
Pero es algo, que ahora mismo, a corto plazo, veo imposible.
Has trabajado con guionistas para el mercado francés, español y americano, ¿cuáles son las diferencias entre ellos?
En el mercado americano lo más importante son los plazos, tienes que ajustarte a los plazos de entrega, dando una calidad razonable en ese plazo.
En el francés lo más importante es la calidad, hay que dar siempre la máxima calidad posible, tienes que dar todo lo que puedes en cada página.
El cómic español la ventaja que tiene es que estás haciendo un cómic en el que los lectores españoles van a entender muy bien lo que quieres hacer. Es un público que es muy agradecido porque, acostumbrado como está a recibir cómics hechos para otros mercados, cuando haces tebeos directamente para ellos los reciben muy bien.
¿En cuál te gustaría seguir publicando?
De momento en el mercado francés, porque me siento muy cómodo y me gusta mucho el formato.
¿Por qué motivo abandonaste Les Humanoïdes en Francia y cambiases de editorial?
Por la crisis que sufrió la editorial en el año 2008. Tuvo una crisis financiera importantísima y casi dejaron de publicar cómics. Además mi editor abandonó la editorial.
Poco después me surgió la posibilidad de trabajar con Le Lombard, que es una editorial más importante que Les Humanoïdes, y afortunadamente el editor con el que contacté y empecé a trabajar era de mi generación y teníamos referentes parecidos. Desde entonces trabajo muy a gusto en Le Lombard.
Cada vez sois mas, aunque seguís siendo un grupo reducido, los autores españoles reconocidos por vuestra calidad en el mercado franco-belga, ¿qué crees que aportáis a este mercado?
Creo que los dibujantes españoles, en su mayoría, damos un mínimo de calidad superior al que encuentran los editores franceses en sus propios caladeros de artistas.
El grupo de todos los dibujantes españoles que trabajamos en Francia estamos enamorados de los cómics y eso se nota en nuestro trabajo. Es tan difícil llegar a ser dibujante de cómics español trabajando allí, que todos hemos superado muchas trabas. Para lograrlo tienes que querer mucho el medio y eso se ve reflejado en nuestro trabajo.
En tu estilo de dibujo, inicialmente muy próximo al manga, se ha producido una clara evolución, lo que en Turo es evidente, donde encontramos escenas de acción muy próximas al manga y diseño de fondos muy próximos al estilo franco-belga. ¿Ha sido premeditada o es una necesidad de las historias?
Empecé muy jovencito en la revista Otaku en el año 1995 y en 16 años trabajando se aprende muchísimo. He ido buscando y encontrando mi propio camino, mi propia forma de hacer las historias.
Estoy trabajando en un mercado como el francés, al que me tengo que adecuar. El mercado francés tiene un ritmo narrativo propio, que se desprende de su propio formato, al que me tuve que acostumbrar.
En cuanto al estilo de los personajes, también, poco a poco, voy viendo que me apetece introducir ciertos rasgos, ciertas facciones, ciertas expresiones, que no son tan propias del manga.
Lo veo como un proceso de maduración personal como creador. No ha sido una imposición, nadie me ha dicho “tienes que cambiar tu forma de trabajar”, sino que ha sido algo que me ha ido apeteciendo poco a poco.
Marisol Hernández.
10 de juliol de 2012