Fascinante biografía en viñetas de la figura histórica de Carlota de Bélgica, producto del guion de Fabien Nury y el dibujo de Matthieu Bonhomme
Continuando una larga tradición, la novela gráfica no se limita a desarrollar las aventuras de personajes de ficción, sino que también plasma las vidas de figuras históricas relevantes. En los últimos tiempos, sin ir más lejos, han visto la luz biografías en viñetas como la de Fouché, a cargo de Kim, o Capone, de Meralli y Radice. Esta vez es el turno de un personaje femenino absolutamente fascinante: María Carlota Amelia Augustina Vitoria Clementina Leopoldina de Saxonia-Coburgo e Gotha, más conocida como Carlota de Bélgica, quien llegó a ser emperatriz de México. El guionista Fabien Nury y el dibujante Matthieu Bonhomme suman fuerzas y talentos en la recreación de esa peripecia vital que ahora ve la luz en España de la mano de NORMA Editorial.
A sus dieciséis años, Carlota de Bélgica, hija del rey Leopoldo I, tiene edad para casarse. El afortunado será el elegante Archiduque Maximiliano de Austria, en lugar del heredero de Portugal. La familia real está encantada con esta elección: cabe esperar algunas dificultades diplomáticas con Portugal, pero el Reino de Bélgica quedará vinculado a la dinastía de los Habsburgo, y eso es lo principal. Tras diez meses negociando la dote y la contradote, la histórica ceremonia tiene lugar en Bruselas. Charlotte está radiante. El mundo entero envidia a la princesa... Pero para ella, esto no es más que el principio de un despiadado descenso a los infiernos.
Carlota emperatriz brinda así una panorámica de lo que se conoce como la Era de los Imperios, ese periodo no tan lejano en el que media docena de familias, todas interrelacionadas, gobernaban a la mayoría de la población mundial. Pero sobre todo es la historia de una heroína, una mujer atrapada entre sus altas ambiciones y sus frustraciones personales.
Para Nury, guionista de larga trayectoria y autor del aclamado Érase una vez en Francia, “el trabajo de documentación, tanto histórica como pictórica, es esencial porque proporciona una base para nuestra historia. Pero no es suficiente. Tiene que haber una intención. Para no ser prisioneros de nuestras fuentes, enumerando fechas y cayendo en la trampa del extracurricularismo, necesitamos una visión más humana, psicológica, política y mitológica. Nos centramos en estas dimensiones, sin intentar hacer un discurso o defender una causa... Si los lectores quedan atrapados en la historia y se encariñan con los personajes, habremos triunfado. Si, además, ven resonancias con nuestro tiempo, ¡mejor aún!”
Para Bonhomme, bien conocido por los lectores españoles gracias a títulos como Esteban, El espíritu perdido, Texas Cowboys u Omni-visibilis, todos en NORMA, la experiencia de Carlota Emperatriz ha sido más que enriquecedora: “Todo lo que me gusta dibujar está ahí, pero el punto de vista es nuevo, descubrimos un mundo sin piedad a través de los ojos de esta joven, y eso multiplica por diez el impacto emocional”, comenta en la página oficial de la editorial Dargaud. “Al final, lo que queríamos sobre todo era pintar un retrato de una mujer”.
23 de febrer de 2024