El malvado vampiro Haigus despertó de su letargo por culpa de la gran cantidad de sangre que se derramó en la guerra. El color, el olor y el sabor de la sangre que brotaba de los caídos hicieron renacer a los temidos chupasangres. Lord Baltimore fue uno de los soldados que derramó su elixir de la vida en las tierras baldías de la batalla. Enfurecido, consumido por el rencor y el odio hacia aquellos que le habían despertado de su sueño eterno, Haigus decide atacar a Henry Baltimore y arrebatarle lo que más le importaba, su familia. Cebándose, especialmente, con la esposa de nuestro protagonista.
La vuelta de los vampiros supuso que la plaga se volviera a desatar, estos seres se transformaban a un ritmo endiablado. La humanidad estaba condenada desde el principio, aunque la Nueva Inquisión, los guerreros de Dios intenten salvarla, pero de nada servirá. Solo Lord Baltimore tiene opciones reales de luchar y salvarnos. Los vampiros siguen al antiguo Rey Rojo que poco a poco ha ido despertando y fortaleciéndose para dominar el mundo de una vez por todas, solo un milagro puede acabar con él.
Mucho a su pesar, aunque consuma su venganza personal contra Haigus, Lord Henry Baltimore no podrá descansar eternamente junto a su familia hasta que el mal que representa el Rey Rojo haya sido borrado de la faz de la tierra. El genio Mike Mignola vuelve a sorprendernos con el cuarto tomo de Baltimore, subtitulado La Capilla de Huesos junto al guionista Christopher Golden (Hijos de la Anarquía), el dibujante Ben Stenbeck y el colorista Dave Stewart.
3 de agost de 2015