Una de las primeras reacciones antes esta serie es “¿Cómo?¿Un manga de veterinarios?”. Pues sí, no es broma: Wild Life es precisamente eso, un manga cuyos protagonistas luchan por salvar las vidas de todo tipo de animales. El personaje principal es Tessho Iwashiro, seguramente uno de los estudiantes más zoquetes que hay en Japón. No es que sea mal tipo, es solo que el pobre no tiene demasiadas luces… aunque hay algo en lo que sí destaca: tiene un oído prodigioso, capaz de distinguir las notas musicales, oír el sonido de una caja registradora en la distancia… y distinguir hasta el más mínimo cambio en la respiración o en el latido del corazón de cualquier ser vivo. Un avispado veterinario consigue interesar a Tessho en su trabajo, convencerle de que su oído puede marcar la diferencia y salvar vidas animales. Y, de ese modo, también salvar las almas de los seres humanos.
Tessho, impresionado con esa idea, se esfuerza al máximo y ante el asombro de todos los que le conocen, consigue sacarse el título y entrar a trabajar en R.E.D., donde le destinan a Wild Life, el departamento donde se tratan a los animales salvajes. Bajo la tutela del director del centro y de Ryoto, un veterinario excelente aunque algo excéntrico, Tessho aplica su intuición, su oído prodigioso y su cariño por los animales para salvarles la vida y proteger el medio ambiente.
Masato Fujisaki ha logrado encontrar un buen equilibrio creando tramas interesantes para cada historia, incluyendo los datos técnicos necesarios pero sin cargar al lector y aligerando la historia con las payasadas de Tessho, la peculiar personalidad de Ryoto y el resto del equipo de Wild Life. Y el público, cómo no, ha respondido positivamente ante esta historia optimista, que combina el humor con la pasión por conservar la naturaleza.
En 2006 le concedieron el Shogakukan Manga Award al mejor shonen, un premio más que merecido que demuestra que estamos ante un gran manga, uno de los que no dejan a nadie indiferente. Podréis encontrar los dos primeros tomos en vuestro punto de venta habitual, ya no tenéis excusa: dadle una oportunidad a Tessho, Senoh, Ryoto y Chucho. ¡No os arrepentiréis!
24 de abril de 2008